domingo, 22 de diciembre de 2024

Carta, al Silencio

 


Carta, al Silencio 


Autor: Jaider Arango Cardona 


  Querido Silencio, 

 Hoy, me sumerjo en tus profundidades con una gratitud que trasciende las palabras. A lo largo de mi vida, has sido mi refugio, mi confidente y mi guía en momentos de necesidad. Tu presencia tranquila me ha brindado una paz interior y claridad que no puedo encontrar en ningún otro lugar. 

 En medio del caos y el ruido del mundo, tú eres el oasis al que siempre puedo recurrir. En tus brazos, encuentro la calma que mi alma anhela y la oportunidad de conectarme conmigo mismo en un nivel profundo. Has sido testigo de mis pensamientos más íntimos y mis emociones más complejas, que nunca has juzgado ni interrumpido. 

 En momentos de confusión, el silencio se convierte en mi aliado más cercano. Me permite despejar mi mente, alejar las distracciones y enfocarme en lo que realmente importa. En tus espacios de reflexión me he permitido descubrir mi verdadero ser, mis valores y mi propósito en la vida. 

 A menudo, te busco en los momentos de soledad, cuando la noche se cierne y las estrellas son testigos de nuestras conversaciones silenciosas. Es entonces cuando encuentro consuelo en tu abrazo y la seguridad de que siempre estarás ahí cuando te necesito. 

 Quiero decirte a ti Silencio, que tu regalo más grande es la capacidad de escuchar. A través de tu escucha profunda, he encontrado respuestas a preguntas que ni siquiera sabía que tenía. Has sido mi consejero más sabio, ayudándome a tomar decisiones importantes y a comprender mi propio ser. 

 En el vasto y caótico escenario de la vida, quiero dirigirme a ti como el fiel compañero de mis pensamientos más íntimos, el maestro de la contemplación y la voz más suave en medio del bullicio. A lo largo de mi viaje, has sido mi refugio sagrado, mi guía silenciosa y mi fuente inagotable de sanación interior. 

 En tu abrazo tranquilo, encuentro la quietud que anhela mi alma y el espacio donde puedo escuchar el eco de mi propio ser en su forma más pura. 
 
 Has sido testigo de mi alegría más vibrante y mi tristeza más profunda, sin prejuicios ni juicios. A través de los altibajos de la vida, has sido la constante que me recuerda que, en tu presencia, siempre puedo encontrar paz. 

 El silencio me permite apartar las distracciones del mundo exterior y mirar hacia adentro, donde se encuentra la sabiduría que a menudo olvido que poseo. Tu calma me guía a través del laberinto de mis pensamientos, llevándome hacia la claridad y la comprensión. 

 A menudo, te busco en las horas tempranas de la mañana o en los momentos más tranquilos de la noche, cuando el mundo se aquieta y las estrellas se convierten en tus cómplices silenciosas. 

 Es entonces cuando encuentro la paz que busco y la sensación de estar conectado con algo más grande que yo. 

 Silencio, tú eres el faro que me ilumina en medio de las tormentas de la vida, el refugio donde encuentro la verdad en su forma más pura y la voz que me susurra las respuestas a las preguntas más profundas. Eres un regalo preciado y un tesoro en mi vida, y te honro con gratitud infinita. 

 A través de ti, he aprendido a encontrar la serenidad en el caos, la sabiduría en la quietud y el amor en la simplicidad. 

 Con profundo agradecimiento, 

                                                 JAIDER ARANGO CARDONA 




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